El presente que vivimos se nos puede mostrar deprimente, también el mal puede parecer triunfante, no obstante Jesús nos dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”(Juan 16:33)
No importa que la vida parezca derrumbarse ante nuestros ojos, podemos confiar en sus palabras. Tal esperanza es posible porque Jesucristo ha vencido al mundo y ha conquistado el pecado, la muerte y Satanás. Y en él, nosotros también somos vencedores: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? “(1 Juan 5: 4- 5)
Podemos vencer esa tendencia pesimista al temer siempre lo peor a medida que eventos desagradables nos aparecen en nuestro camino. Hay razones para el gozo y la paz cuando uno conoce al Dios Soberano y Todopoderoso que tiene un plan que jamás puede ser derrotado.