“Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.”
(Lucas 12: 2-3)
¿Estás jugando con los pecados de la carne llevando una doble vida? ¿Has estado viviendo con secretos que te avergüenzan? No hay nada tan atormentador y demoledor para la vida espiritual como esa abdicación secreta.
Permíteme dejarte esta enorme verdad bíblica: “Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse. Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.” (Lucas 12: 2-3)
También Salomón advirtió que “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” (Eclesiastés 12: 14)
Nuestros secretos siempre salen a la luz de un modo u otro. Es solo cuestión de tiempo antes de que el manto del engaño que hemos entretejido con nuestras mentiras quede despedazado, dejando la verdad al desnudo para que todos la vean. A pesar de lo mucho que lo intentemos, no se nos estamos ocultando de Dios. Jesús dijo: « Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz. » (Lucas 8:17). A pesar de lo muy inteligentes que creamos que somos para escondernos, Dios ve nuestros pecados.
Esto es real, va a suceder. Un hipócrita puede tener éxito en su engaño por un tiempo pero no indefinidamente, en última instancia no escapará. Lo que oculta ahora con éxito de los demás finalmente se descubrirá. Es mucho mejor resolver ese asunto hoy, confesando los pecados ocultos y disfrutando del perdón divino que ser atrapado por ellos. Sucederá que un día futuro tu vida privada se volverá pública para experimentar una profunda vergüenza y humillación.
Es allí donde conduce esa manera de vivir. Soluciona el problema ahora volviéndote a Dios con un corazón arrepentido.
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