“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”

(Mateo 24: 12)

A medida que nos acerquemos al final de la historia humana el mal se multiplicará de forma diabólicamente agresiva y descarada. En lugar de tratar de ocultar sus pecados, las personas harán alarde de ellos. Jesús lo profetizó de esta manera: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24: 12). La preposición “por” apunta a una relación de causa y efecto entre dos condiciones. La maldad genera falta de amor, y la falta de amor produce más maldad. Cuando Jesús enseñó que la maldad se multiplicaría, estaba describiendo que el mundo se precipitaría hacia un nivel de maldad extrema, mucho peor que todo lo que hayamos presenciado hasta hoy.

El erudito bíblico Frederick Dale Bruner describe este periodo como un tiempo de “anarquía única” en que el concepto mismo de moralidad dará un giro total. El bien y el mal se invertirán, con culturas enteras celebrando lo malo y condenando lo bueno (Isaías 5:20-21). Esas “celebraciones” ya han comenzado desde hace tiempo. He aquí algunos ejemplos:

  • El Departamento de Justicia de EUA equiparó a los padres como “terroristas locales” por oponerse a las juntas escolares y otros grupos que enseñan a los niños a juzgar a las personas por el color de la piel y no por el carácter.

  • En Kenosha, Wisconsin, a los manifestantes violentos los homenajearon como héroes tras incendiar edificios y saquear negocios. Los bomberos locales reaccionaron a 37 incendios separados durante una sola noche de protestas.

  • Desde la histórica decisión de la Corte Suprema conocida como Roe contra Wade, ha habido más de 63 millones de abortos solamente en EU. Eso significa que hay 63 millones de seres humanos, creados a imagen de Dios, a quienes se les negó legal y oficialmente el derecho a existir. Afortunadamente, la Corte Suprema anuló el precedente legal de Roe contra Wade, poniendo fin a la protección federal del aborto como un derecho constitucional. ¿Y se recuerdan de la histérica y violenta reacción a esta sentencia? La cólera de los defensores del derecho a elegir expuso la maldad con la que desprecian el más básico de todos los derechos civiles: el derecho a vivir.

Mientras la sociedad se acerca cada vez más al final de su historia, no podemos darnos por vencidos y tirar la toalla. Dios nos llama a glorificar su nombre. Aunque seamos pocos, estamos llamados a mostrar al mundo la dirección correcta. Dejemos que sea Dios quien trace el camino de nuestra vida por medio de su Palabra. Como nunca, debemos ser capaces de articu­lar posiciones bíblicas sobre aspectos morales sin confundir o invertir el bien y el mal. Y así seremos verdaderamente guías en una sociedad que ha perdido el rumbo.

Y, como nunca, debemos comprender que la creciente locura en nuestro mundo es principalmente un problema espiritual. Cuanto más se aleje de Cristo, más se acerca a la crueldad y el caos.

Y esta creciente maldad hará que el amor de muchos se enfríe. La causa principal que nos llevó hasta “este punto” se identifica en Mateo 24:12. Debido al aumento de la toda expresión de maldad, el amor piadoso ha quedado excluido de nuestra cultura, lo que a su vez ha engendrado más maldad. A medida que los vientos de maldad soplan sobre nuestro mundo, se enfría el amor, y el mundo se vuelve un lugar más frio.

Y ten la absoluta seguridad que, ante este gran problema humano, no hay solución humana. La única esperanza para la humanidad es Jesucristo. El hombre no va a mejorar aparte del Señor Jesús. Nuestra labor: llevar el evangelio a los perdidos confiando en el poder del Espíritu Santo para iluminarlos y hacerles nuevas personas.

 

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