“Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.” (Daniel 7: 8)

No es casual que en estos tiempos finales el caos, la confusión, la incertidumbre y la zozobra caractericen a la sociedad humana. Algo que irá en aumento a medida en que nos acercamos al fin de la historia.  Esto alcanzará su punto más alto durante los siete años de tribulación. Este será un periodo terrible, donde el mundo anhelará un líder fuerte. Los individuos estarán buscando con desesperación a esa persona con poder e influencia que logre unir a las naciones tan divididas y en conflictos unas con otras; alguien que les devuelva la esperanza en medio de la desesperanza; alguien que les brinde la anhelada seguridad en medio de tanta inseguridad. Las personas estarán listas para aceptar a ese caudillo poderoso, carismático y autoritario, que salve al mundo atrapado en los tentáculos del desastre.

Y ese líder aparecerá… es en este escenario donde se levantará el Anticristo, ofreciendo al mundo imitaciones baratas de aquellas cosas que estarán anhelando con desesperación. ¡Todo será un gran engaño! John Phillips imagina cómo será cuando el Anticristo entre en escena y el impacto que provocará en la gente: «El mundo se volverá loco de placer cuando se manifieste. El será la aparente respuesta a todas sus necesidades. Estará lleno de toda la plenitud de Satanás. Será bien parecido, con una personalidad encantadora, desenfrenada, despreocupada; será un genio, magnífica­mente cómodo en todas las disciplinas científicas, valiente como un león, y con un aire de misterio que tentará a la imaginación o conge­lará la sangre según la ocasión, un conversador brillante en numerosas lenguas. […] Será el ídolo de toda la humanidad».

La fuente original de la enseñanza bíblica acerca del Anticristo es el libro de Daniel y en el capítulo 7 lo describe de esta manera: “Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.” (Daniel 7: 8) Aquí Daniel describe al Anticristo como un “cuerno pequeño”, que surge de los diez cuernos de la cuarta bestia de la visión de Daniel. Ese cuerno representa a una persona, ya que “tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas”. Esta es una descripción del Anticristo en su ascenso al poder. Este cuerno que será “pequeño” al principio e irá creciendo ante los ojos “que no ven” de la desesperada humanidad.  

Sí, tal como lo imagina John Phillips, el Anticristo será el ídolo de la humanidad en aquellos espantosos días. ¡La engañará llevándola a adorarle como dios! Pero qué bueno es saber esto al poder leerlo en las profecías bíblicas. No hay excusa para la ignorancia espiritual.  Conocer estas verdades proféticas nos impulsa a vivir con un sentido de alerta. A caminar con Jesucristo hoy. A mantenernos viviendo una vida de integridad y pureza. A leer su Palabra y orar constantemente. No hay tiempo para desperdiciar. Cuanto más nos acercamos a su regreso, más ocupados debemos estar haciendo su labor; ¡y es un gozo hacerlo! «Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así» (Mateo 24:46).

Te pregunto: Si Jesucristo viene hoy, ¿estás preparado para reunirse con él con una conciencia limpia y un espíritu gozoso?

 

 

 

 

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