(Apocalipsis 13: 2-4)

Las democracias son frágiles. Y se encuentran heridas de muerte en estos tiempos finales. El pueblo estadounidense durante el último siglo, bajo el tema del “globalismo”, ha sido inoculado con el virus de un Nuevo Orden Mundial. En este país hemos sido testigos de décadas de destrucción persistente. Destrucción de los valores y de genuina espiritualidad. Turbas desenfrenadas y sensuales, cargando con los demoledores mazos de sus gustos personales e ideas retorcidas. Intentando destruir la cultura, la historia, el patriotismo, la democracia, la empresa, la espiritualidad, la familia y todas las demás esferas. Quieren hacer desaparecer la historia y reescribir una nueva. Con las filosofías del socialismo, el humanismo y el ateísmo entretejidas en el tejido de nuestra sociedad, todo lo que se necesitaba era un presidente estadounidense que abrazara la agenda globalista. Y hoy se encuentra en la Casa Blanca.

El presidente Joe Biden durante una reunión de líderes empresariales el lunes 21 de marzo del 2022, aludió a un próximo Nuevo Orden Mundial a raíz de la crisis de Ucrania. En su intervención en la reunión trimestral de directores ejecutivos de la Mesa Redonda de Negocios, en la que participaron los jefes de General Motors, Apple y Amazon, Biden concluyó su intervención diciendo: “Ahora es un momento en el que las cosas están cambiando. Vamos a.… va a haber un nuevo orden mundial, y tenemos que liderarlo. Y tenemos que unir al resto del mundo libre para hacerlo”.  ¿En serio? La idea puede ser atractiva para los estadounidenses desinformados, pero es una manipulación de la peor clase. El Foro Económico Mundial (WEF) fundado en 1971 por Klaus Schwab, un ingeniero y economista alemán, tiene como su misión declarada “dar forma a las agendas globales, regionales y de la industria”. Y entre sus objetivos se encuentra claramente establecido que los Estados Unidos no sea la primera potencia mundial, sino que un puñado de países le sustituyan. Tampoco habrá fronteras en ese Nuevo DESORDEN Mundial. Esta filosofía se muestra plenamente a través de la desastrosa política migratoria y fronteriza del presidente Joe Biden. Esta son solo unas de las muchas manifestaciones de la proyección globalista del actual presidente norteamericano.

En consecuencia, vivimos en una nación dividida, que se balancea entre dos extremos claramente visibles: nacionalistas y globalistas. Y en la balanza está nuestra soberanía como nación y nuestra libertad religiosa como cristianos.

Pero nosotros no estamos en oscuridad, conocemos por las profecías bíblicas hacia dónde va este mundo. La Biblia describe claramente el objetivo final del pretendido Nuevo Orden en (Apocalipsis 13) Este será el último imperio mundial que ha de levantarse. El escenario se prepara para el levantamiento del último dictador mundial que la Biblia llama el Anticristo. Lo que hoy vivimos no es resultado de casualidades o accidentes. El anticristo se alzará con el poder en medio del caos aterrador y sin precedente de la tribulación futura. Nos describe el libro de Apocalipsis: “Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” (Apocalipsis 13: 2-4) Este diabólico gobernante pretenderá usurpar el lugar de Dios mismo. Con la ayuda de un líder religioso llamado el falso profeta, obligará al mundo a que le rinda adoración: Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.” (Apocalipsis 13: 15)

Pero tengo malas noticias para estos globalistas. Nuestro Señor Jesucristo regresará como Conquistador Victorioso: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.” (Apocalipsis 19: 11) Y este horizonte de globalismo humanista será absorbido por el horizonte final del gobierno y reinado global del Señor Jesús cuando regrese a la tierra para establecer su reino milenial (Apocalipsis 20: 1- 7). Ese será el verdadero Nuevo Orden al que se dirige toda la historia. Esa es la única esperanza de la humanidad.

 

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