“Pues si vosotros, siendo malos…”
(Mateo 7: 11ª)
El sistema de pensamiento del mundo dice que los seres humanos son básicamente buenos a pesar de la abundante evidencia de lo contrario. Los psicólogos y antropólogos seculares insisten en que la maldad no es inherente en las persona, culpando por el comportamiento destructivo a fuerzas externas y factores ambientales. De esta manera evitan que el hombre, convirtiéndolo en víctima, acepte su responsabilidad por sus actos perversos.
Dios dice que somos malos, dijo Jesús: “Pues si vosotros, siendo malos…” (Mateo 7: 11ª) Los seres humanos somos pecadores (Romanos 3: 23) y hemos nacido con una naturaleza corrupta: “He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.”(Salmo 51: 5). El problema no está fuera, sino dentro de nosotros. Según explica Jeremías 17: 9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”
Los factores externos pueden proporcionar a las personas oportunidades para revelar su pecaminosidad, pero el mal ya existe en el interior. Todos los seres humanos somos pecadores y culpables delante de Dios. El hombre es malvado no debido a influencias externas, “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.” (Santiago 1: 14- 15)
Este puede ser el gran momento de tu vida si deseas realmente cambiar el rumbo. Sé que ese camino separado de Dios no te ha traído una buena cosecha. Yo anduve por él.
Para lograr este cambio debes: Primero, ver los mensajes de la sociedad como lo que son: mentiras. No somos buenos por naturaleza; Jesús mismo dice somos malos. A lo largo de toda la Biblia el mensaje es todo lo contrario. Has estado viviendo toda tu vida creyendo una mentira, eso puede cambiar ahora mismo aceptando lo que Dios te dice en su Palabra.
Segundo, acepta tu responsabilidad por tus pecados, reconoce esta realidad.
Tercero, ven a Dios con un corazón humillado. Jesús murió por ti (Juan 3: 16), él te puede sacar de ese pantano de pecado en que te encuentras. No tienes por qué seguir atascado en ninguno de tus malos hábitos. Con la ayuda de Dios podrás separar tu pasado de tu presente y mirar al futuro con esperanza.
Solo por medio de Cristo podemos ser justos (Romanos 5: 1) Dios nos mira como tal a través de la muerte de su Hijo.
Recuerda que el milagro del cambio se inicia aceptando la verdad acerca de nosotros.
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