“Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”
(Mateo 24: 38- 39)
A medida que los seres humanos se desbocan hacia el pecado y hacia toda forma de libertinaje e impiedad, se vuelven más y más insensibles a la verdad de Dios. La rebeldía contra El será el estilo de vida de muchos que prefieren todo tipo de vilezas. Estando más preocupados con el sexo, las drogas, el alcohol, el materialismo y la búsqueda de placer que con los valores y las normas de la justicia divina.
Jesús predijo estos tiempos que antecederán a su Segunda Venida: “Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.” (Mateo 24: 38- 39)
En los días de Noé antes del diluvio, las personas estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento. La gente mostraba total indiferencia por lo que él predicaba como por el arca que construía. Se mostraban tan indiferentes a la verdad de Dios que no entendieron la situación peligrosa en que se hallaban hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos a la eternidad impía. Solo después que fue demasiado tarde las personas de esa generación entendieron su destino trágico.
Ya sea que estés vivo cuando Cristo venga o mueras antes, tendrás una cita con Dios. ¿Estás preparado para ese momento? No hagas como las personas del tiempo de Noé. No esperes hasta que la oportunidad de salvación se acabe. El tiempo de salvación es ahora. Y esa salvación no te la puede dar nada ni nadie fuera de Dios.
Tu religión o tu conocimiento religioso no podrán salvarte, solo Jesús. ¡Arrepiéntete de vivir ofendiéndole con tus pecados y recíbele como tu Señor y Salvador! Hazlo ahora mismo.

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