“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6: 33)
¿Qué es lo más importante que podemos hacer en esta vida? Lo diré en tres sencillas palabras: cultivar las relaciones. La gran mayoría de nosotros estamos dispuestos a admitir que nada, ni ninguna cosa en la vida, puede compararse con la importancia que tiene cultivar las relaciones, sin embargo en la práctica vivimos sin admitirlo.
Cuando me refiero a las relaciones, hablo en primer lugar de nuestra relación con Dios, esa debe ser nuestra más alta prioridad, es cuando buscamos “primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6: 33) De nuestra correcta relación con Dios dependerán todas las demás. Y luego el cultivo de nuestras relaciones horizontales, eso incluye en primer lugar a nuestra familia inmediata, esposo o esposa, hijos e hijas. Luego el resto de nuestros familiares, hermanos en Cristo y amigos.
No te dejes engañar, nada puede superar el valor de las relaciones, ni los logros, ni las posesiones materiales o las posiciones en tu trabajo o carrera, estos aspectos pueden que te parezcan cruciales en este momento. Te aseguro, sin embargo, que cuando llegues al final de tu existencia, entonces sabrás porque las relaciones eran lo más importante en la vida. ¿Por qué, entonces, no reconocer esta verdad ahora mismo, cuando todavía puedes hacer algo al respecto?
Recuerda que con cada amanecer Dios te hace una preciosa entrega. Disfruta al máximo cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo, recordando que el tiempo malgastado no se recupera. Simplifica tu vivir lo más que puedas, dando prioridad a las cosas realmente significativas. Cuida como precioso tesoro tus relaciones.
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